Los grupos informales existen en casi todas las organizaciones. Son tan reales como la estructura formal de la organización, pero funcionan de manera independiente a ésta.

Lo que puede llevarnos a preguntar: ¿Las personas nacemos con algo de liderazgo?»

El liderazgo comienza por decirnos a nosotros mismos: “Puedo hacer algo acerca de estos problemas. Acepto el desafío”.

Acompañando nuestras presentaciones e instrucciones con pequeñas narraciones, influiremos con mayor eficacia en nuestros equipos.

Allá donde sea posible, simplifica tus políticas. Dinamiza los procesos. Y, después, comunícalos, de manera simple y clara.

Los administradores son presionados constantemente de muchos lados con información y datos que demandan atención y respuestas.

En algunas culturas, se espera que el líder proporcione todas las respuestas. Tú eres el líder, pero no puedes, ni debes, ser la persona que lo sabe todo.

Precede tu planificación estratégica con un conocimiento meticuloso de las cualidades y características propias tu organización.