Es un honor estar aquí con todos ustedes, mis estimados colegas de la salud pública. Gracias al Dr. Ochoa y a todo el Congreso por la oportunidad de asistir a esta importante reunión en el país en que nací.
Cuba aún es el hogar de gran parte de mi familia, incluida mi abuela, Amelia, que tiene 98 años y goza de salud, junto con cinco de sus hermanos que también tienen más de 90. Los cubanos están bendecidos con vidas longevas.
Se encuentra dentro de los 30 países principales del mundo en expectativa de vida y tiene una de las mayores poblaciones vivas de más de 90 años y hasta más de 100. En este aspecto, Cuba es única.
Los países de ingresos medios, por lo general, informan expectativas de vida más bajas en sus poblaciones, con más enfermedades crónicas que los países de ingresos altos. Pero sabemos que cada nación es diferente. Podemos hacer generalizaciones, incluso generalizaciones que son de ayuda basándonos en datos de muchos lugares, pero la realidad es que los desafíos sanitarios deben abordarse según las necesidades de cada país. En sorprendente que los 11 millones de habitantes de Cuba se beneficien de un sistema de salud muy fuerte, con cobertura de salud universal desde 1976.
Esto significa que hasta los ciudadanos más pobres de Cuba pueden ir al médico y recibir tratamiento, incluidos los medicamentos que necesitan y atención preventiva. En promedio, los hombres viven hasta los 77 años y las mujeres hasta los 81. Esto es admirable. Pero Cuba puede estar mejor.
Sé que incluso estas vidas longevas pueden tener mejor calidad y menor sufrimiento de enfermedades crónicas. 1 En los últimos años, el mundo ha prestado más atención al peso de las enfermedades no transmisibles, llamadas ENT. Como saben, estas son enfermedades como la diabetes, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y las enfermedades respiratorias crónicas.
En gran medida, las ENT son prevenibles. Son causadas mayoritariamente por el consumo de tabaco, el consumo dañino de alcohol, las dietas no saludables, la inactividad física y la cada vez peor calidad del aire. Como líder de tres organizaciones involucradas en la reducción de las ENT (La Unión Internacional Contra la Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias, Vital Strategies y la NCD Alliance), lamentablemente estoy consciente de que las ENT son la causa de la muerte de más de 43 millones de personas cada año. Esto significa más del 70 por ciento de las muertes del mundo.
Lamento informar que, a pesar del sólido sistema de salud de Cuba, cerca del 86 por ciento de las muertes aquí se deben a las ENT. Podemos y debemos tomar medidas para cambiar esto. El mejor enfoque será ver lo que sabemos acerca de los obstáculos de salud de Cuba y generar soluciones para los problemas específicos. Es lo que debemos hacer en todos los países.
Afortunadamente, sabemos lo que funciona para reducir las ENT. La Organización Mundial de la Salud y otros líderes de la salud como la NCD Alliance han identificado maneras efectivas de mejorar la capacidad nacional para reducir las ENT. Además, reducir las ENT beneficia a las personas y a las naciones más allá de la mejor salud. Las investigaciones demuestran que la mejor salud está vinculada con una mayor estabilidad económica y un mayor producto bruto interno. La mejor salud fundamentalmente reduce la pobreza. La reducción de la pobreza promueve mayor equidad.
Debido a que estamos todos trabajando juntos para alcanzar los objetivos de la Agenda de 2030 para el Desarrollo Sostenible de la Organización Mundial de la Salud, debemos enfrentar las ENT y los problemas como la resistencia antimicrobiana, la mayor contaminación del aire, los patrones cambiantes del clima y los desplazamientos agrícolas asociados con el cambio climático. Aumentar nuestros esfuerzos para abordar estos desafíos ayudará a mejorar la salud en todo el mundo.
El riesgo más importante para las ENT es el tabaco. Mata a seis millones de personas en el mundo cada año. El humo de segunda mano causa 600,000 muertes por año, y los niños son especialmente vulnerables al asma y a otros problemas respiratorios ocasionados por la exposición al humo del tabaco.
Dos tercios de aquellos afectados viven en países de ingresos bajos o medios. El Convenio Marco para el Control del Tabaco, el único tratado internacional en materia de salud, debe ser nuestro primer recurso para reducir las ENT relacionadas con el consumo de tabaco. 2 Lamentablemente, Cuba tiene una tasa elevada de cáncer de pulmón, 80 por ciento se debe a fumar. Cada año, casi 20,000 cubanos mueren de cáncer de pulmón y de otras enfermedades relacionadas con el tabaco. Implementar las pautas integrales de control del tabaquismo del CMCT reduciría las enfermedades y la muerte.
Lo que se ha mostrado efectivo en otros países es una legislación nacional que establece áreas libres de humo de tabaco en todos los lugares públicos y muchos privados, que incluyen edificios del gobierno y oficinas privadas, parques públicos, restaurantes y bares, junto con las escuelas, los hospitales y los sistemas de transporte público. Cuba ya ha avanzado en dirección hacia dicha política.
Las leyes nacionales a favor de entornos libres de humo de tabaco disminuyen la tasa de fumadores. Lo sabemos. Los países con altas tasas de fumadores como Rusia y China lo saben. Cuando La Unión y Vital Strategies asistieron al gobierno de Rusia en la creación de la legislación a favor de entornos libres de humo de tabaco en 2013, sabíamos que ayudaría a reducir las tasas de enfermedades y muertes allí. En 2017, gracias a la Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos actualizada de Rusia, conoceremos el alcance de este impacto. Sabremos si cumplimos nuestra meta de reducir la tasa de fumadores en un 15 por ciento. Se ha demostrado anteriormente.
Vital Strategies y La Unión se han asociado a 60 países para brindar una mejor salud a través de medidas probadas de control del tabaquismo. Si podemos cambiar la tasa de fumadores de Rusia para bien, ciertamente podemos cambiarla en otros lugares también. La creación de legislación nacional a favor de entornos libres de humo de tabaco protege a los ciudadanos de los daños del tabaco.
Designar fondos para la implementación de entornos libres de humo de tabaco hace que dichas leyes sean aún más efectivas. Dos medidas adicionales reducen la pérdida de vidas y las familias afectadas por el consumo de tabaco: las prohibiciones en el publicidad y la promoción y el uso de etiquetas grandes de advertencia gráfica en los paquetes de tabaco. Las empresas de tabaco más grandes del mundo utilizan su enorme riqueza para obtener nuevos fumadores a través de la publicidad atractivo, ya sea en televisión o paneles publicitarios, o a través de logos y colores vibrantes en los paquetes. No necesito decirles que buscan a los fumadores jóvenes.
Los fumadores jóvenes por lo general no son conscientes de los daños a largo plazo del consumo de tabaco y entusiasmarlos dignifica décadas de ganancias para estas grandes empresas multinacionales. Debemos romper el ciclo de adicción y de salud deficiente originado por la publicidad feroz de cigarrillos en todo el mundo. Debemos proteger a nuestros niños de las tácticas de las grandes empresas de tabaco.
Las etiquetas de advertencia gráfica en cigarrillos, rapé y otros productos de tabaco son medidas probadas para frenar los daños del tabaco. En marzo de este año, nos asociamos con otro país, Bangladesh, para introducir advertencias gráficas planas/ lisas o genéricas en todos los productos de tabaco. Ahora deben cubrir 50 por ciento del paquete. Este cambio ya está teniendo un impacto positivo allí. Los posibles consumidores se ven enfrentados a las crueles realidades de los daños del tabaco cada vez que compran o consumen productos con etiquetas de advertencia gráfica.
Es admirable que Cuba ya haya cumplido con la recomendación de Convenio Marco sobre impuestos al tabaco, el cuarto pilar de una sólida política nacional de control del tabaquismo. Pero aumentar los precios de los productos de tabaco puede lograr aún más efectividad con esta medida. Un aumento del 10 por ciento del precio de los productos de tabaco puede reducir el consumo en un cinco por ciento. No puedo enfatizar suficientemente lo importantes que son las pautas de control del tabaquismo del CMCT para la reducción de las ENT.
Las políticas de CMCT han demostrado su efectividad. Hago un llamado al gobierno de Cuba y a todos los gobiernos para que implementen estas mejores prácticas. Muchas de las pautas de CMCT también sirven como un modelo sólido para reducir los daños del consumo excesivo de alcohol y los efectos del consumo excesivo de bebidas endulzadas con azúcar y de los alimentos altamente procesados. Como la industria del tabaco, las industrias del alcohol, de las bebidas endulzadas con azúcar y de los alimentos procesados utilizan publicidad y promoción feroces.
Particularmente entre los niños y los jóvenes. En muchos países, las bebidas alcohólicas con gusto a frutas o a dulces están diseñadas para atrapar a los consumidores jóvenes. Las empresas de bebidas endulzadas con azúcar se acercan a las escuelas para ofrecer sus productos de manera gratuita o ponen precios lo suficientemente bajos para que las familias de ingresos bajos o medios puedan convertirse en consumidores frecuentes.
Cuba está consciente y es objeto de estos peligros. Debemos trabajar para dar apoyo a la salud aquí solucionando los desafíos que nos enfrentan. Casi la mitad de todos los cubanos tienen sobrepeso o son obesos. Muchos ciudadanos se valen de los alimentos procesados de bajo precio. Como todo sabemos, los alimentos frescos y saludables han sido escasos y costosos durante décadas.
A pesar de que Cuba trabaja para mejorar los sistemas de alimentos y para crear incentivos más fuertes para la actividad física, y no solo porque el sistema de transporte público sea poco confiable por momentos, existen otras medidas que reducirían las ENT. Los impuestos a las bebidas alcohólicas o endulzadas con azúcar reducirían el consumo y alentarían alternativas saludables. Nuestra asociación en México, por ejemplo, ayudó a establecer un impuesto del 10 por ciento a las bebidas endulzadas con azúcar en 2014.
Este impuesto ya ha reducido el consumo, principalmente en las comunidades de ingresos bajos en las que el problema de la 4 obesidad golpea fuerte. Otros países y ciudades grandes del mundo avanzan hacia los impuestos a las bebidas endulzadas con azúcar. En los Estados Unidos, el alcalde de Filadelfia puso en vigencia un “impuesto a las gaseosas” a principios de este año. Mundialmente sabemos que la manera más efectiva de reducir las ENT es mediante cambios de políticas y una mayor educación pública que cambia actitudes. Cuba, con un sistema de salud pública fuerte, puede mejorar las vidas de todos sus ciudadanos.
Los médicos y las clínicas de salud pueden educar de manera rutinaria sobre los daños del tabaco, el consumo inadecuado de alcohol, las dietas poco saludables y la inactividad física. Esperaremos para determinar cómo el resultado de la semana pasada de la elección en EE. UU. puede ayudar a apoyar los resultados de mejor salud en el mundo.
Por mi parte, tengo la completa intención de defender la participación y los estándares adecuados de salud mundial durante los cambios de administración en los EE. UU. Debe ser la prioridad y la voluntad de todos los gobiernos asegurar y proteger la salud pública. Los países de ingresos altos como los Estados Unidos deben brindar su apoyo a los vecinos y amigos de ingresos bajos y medios.
Estamos todos juntos en este emprendimiento. He descrito aquí algunas de las maneras que sabemos que pueden reducir las ENT. Pero hay más por hacer. También podemos profundizar nuestro impacto en la salud pública ampliando nuestra forma actual de trabajar. En otras palabras, podemos ser más creativos y colaborativos para avanzar con mejor salud pública. No podemos tratar a todos los países del mismo modo cuando hablamos de asignación de recursos para las ENT y para el desarrollo de asistencia como un todo.
Por ejemplo, estudios recientes confirman que los 30 países más pobres del mundo simplemente no tienen los recursos para priorizar las ENT. Necesitan consideración especial para que la ayuda de desarrollo pueda dirigirse a ellos de manera preferencial hasta que tengan los medios para dar prioridad a las ENT. Los países de ingresos medios también necesitan consideración especial.
Como Cuba, numerosos gobiernos de ingresos medios tienen buenas políticas en marcha y el potencial para progresar considerablemente en la reducción de las ENT. Debemos apoyar estos esfuerzos. Debemos ofrecer recursos dirigidos y ampliar los incentivos existentes. Además, todos los países deben tener en cuenta la manera de aumentar y mantener su labor de prevención de las ENT.
Nunca es demasiado pronto para pensar en la sustentabilidad en las ganancias que obtendremos con las enfermedades crónicas. Existe un corpus creciente de evidencia publicada acerca de sostener el control del tabaquismo, por ejemplo, parte de este surge de la asistencia técnica y estratégica que La Unión y Vital Strategies han llevado a cabo.
Lo fundamental es que todos los países deben esforzarse por preservar las ganancias que obtienen de la reducción de las ENT ampliando los programas e insistiendo en proveer fondos para ayudar a 5 mantener los beneficios ya establecidos. Otra forma en que podemos trabajar es alentar a los departamentos tradicionales de salud pública y a las organizaciones de sociedad civil a que formen nuevas asociaciones.
Las sociedades médicas y las organizaciones de atención de la salud, por ejemplo, pueden ser aliadas en defender los cambios de legislación, las agendas de salud internacional, las políticas de salud locales y nacionales, y la distribución de recursos. A principios de este año, involucré a la Sociedad Respiratoria Europea y los alenté a colaborar con la comunidad de salud pública internacionalmente para reducir las ENT en todo el mundo.
El entusiasmo por este esfuerzo fue alentador. Esta es una alianza mayormente desaprovechada entre organizaciones con intereses de salud compartidos. La defensa de la salud y el proceso de cambio de legislación, que tradicionalmente incluyeron a ministerios de salud, pueden ampliarse para incluir a los ministerios de finanzas o de comercio.
Hemos visto este modelo funcionar en Filipinas, donde se estableció un «impuesto de lujo» a los productos de tabaco y de alcohol, algo que nunca hubiera sucedido sin la participación del ministerio de finanzas, junto con el ministerio de salud.
Ambos ministerios ayudaron a reformar el código impositivo de modo que los ingresos pudieran apoyar el mayor acceso a la atención de la salud entre los ciudadanos de Filipinas, un servicio público que carecían. Como saben, las ciudades del mundo están creciendo.
En Cuba, el 75 por ciento de la población ya está viviendo en áreas urbanas. La salud pública y las instituciones de planificación urbana están colaborando más exhaustivamente a medida que el mundo se vuelve más urbano.
Ambas áreas deben defender la coordinación entre gobiernos nacionales y locales de modos que las ciudades tengan la autoridad y los recursos que necesitan para crear infraestructura sustentable y que promueva la salud.
En particular, existe una gran necesidad de enfocarse en la calidad del aire en interiores y en el exterior debido a los daños a la salud que provoca la contaminación. La emergencia de contaminación del aire sin precedentes de la semana pasada en Delhi es un presagio de lo que está por suceder en el mundo si no damos los pasos necesarios para garantizar un aire limpio.
Cuba es un país pequeño, que es fuerte y resiliente. Cuba puede ser un ejemplo pionero para el resto del mundo en la reducción de las ENT. Sus familias, al igual que la mía, vivirán mejor a través de una salud mejor. Somos capaces de esto.
Sabemos cómo hacerlo. Las vidas de los cubanos son longevas y pueden enriquecerse con una mejor salud si toman las medidas adecuadas. Una vez más, muchas gracias por la invitación.
Para inspirarnos en hacer más para que Cuba sea un lugar más saludable, cito al poeta y patriota cubano José Martí quien dijo: “Es un pecado no hacer lo que uno es capaz de hacer”.
Hagamos lo que somos capaces de hacer y más.
Espero trabajar juntos.